El asesinato de los tres carabineros en el municipio de Cañete, en la provincia de Arauco, en la zona centro-sur de Chile, ha conmocionado al país sudamericano. El crimen ha empujado a la ciudadanía a homenajearlos –eran tres policías jóvenes, entre 30 y 43 años, con hijos pequeños– y su esclarecimiento y castigo se ha convertido en una prioridad para todo el Estado chileno. Ha sido un crimen inédito, según las autoridades, incluso en un lugar conflictivo como la provincia de Arauco, azotada hace años por la violencia. Los habitantes de esta zona, como en otras regiones vecinas, sufren diariamente la acción de grupos radicales mapuche y el crimen organizado. Ocurren atentados a personas, daños a la propiedad pública y privada, incendios, robos —de madera, principalmente—, amenazas y atentados contra la autoridad, entre otros delitos. Rige el estado de excepción desde mayo de 2022, que permite a los militares apoyar el trabajo de Carabineros.